El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, lloró este martes y conmovió al mundo al anunciar drásticas medidas sobre el control de armas de fuego en ese país.
El mandatario americano se conmovió hasta los huesos cuando recordó a los 20 niños asesinados en el tiroteo en la escuela Sandy Hook de Newtown (Connecticut) en 2012.
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Desde la Casa Blanca, Obama incidió en regular la verificación de los antecedentes de las personas que venden y compran armas, por lo que busca no dejar un hilo suelto.
El anuncio del presidente de EE. UU.fue presentada por Mark Barden, padre de uno de los niños fallecidos en la escuela de Sandy.
"Cada vez que pienso en esos niños (los de Newtown) me enfurezco", dijo entre lágrimas el presidente.
El llanto de Barack Obama fue interpretado como un sentimiento de frustración por lo poco o casi nada que ha hecho para combatir la violencia general en su país.
MEDIDAS
Las medidas presentadas por Barack Obama fueron consideradas "limitadas" para lograr un orden en el control de las armas de fuego.
La parte principal del paquete es que requiere que toda persona que haga negocio con la venta de armas se registre y obtenga una licencia federal y, por tanto, asuma la obligación de revisar los antecedentes criminales y de salud mental de sus compradores.
La medida es el primer cambio en el panorama de la venta de armas en ese país. Hasta ahora, solo los vendedores de armas con licencia federal están obligados a revisar los antecedentes.
El control se volverá riguroso en la venta de armas por internet, pues en la red de redes carece de vigilancia. Ahora todo será diferente.
En el 2003, Obama propuso un paquete para controlar la venta de armas de fuego, pero encontró un muro en la mente de los legisladores, quienes desaprobaron dicha propuesta.
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