Mamá de Gerald Oropeza detenida por ingresar celular al penal Piedras Gordas
La madre del presunto narcotraficante Gerald Oropeza, Pilar López, fue detenida ayer por ingresar con un celular, un chip y USB al penal de máxima seguridad Piedras Gordas Ancón I camuflado dentro de su brasier, tras visitar a su hijo.
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Momento de la intervención a la señora Pilar López en el que le incautan celular y otros accesorios.
Rosario Aronés C.
La madre del presunto narcotraficante Gerald Oropeza, Pilar López, fue detenida ayer por ingresar con un celular, un chip y USB al penal de máxima seguridad Piedras Gordas Ancón I camuflado dentro de su brasier, tras visitar a su hijo.
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La progenitora de Oropeza fue detenida aproximadamente a las 3:50 de la tarde cuando el personal del INPE realizaba una inspección en todos los pabellones del penal.
Cuando dichas autoridades ingresaron al locutorio donde se encontraba hablando Gerald Oropeza con su madre, esta se puso nerviosa y trató de salir del ambiente, pero al ser revisada se le encontró en su poder un celular con su chip y el USB, además de unos documentos.
El móvil era marca Samsung blanco con cámara, microchip y una memoria de 8 Gb.
Precisamente, ayer la visita solo pudo hablar por el locutorio, por eso le fue imposible entregar el aparato móvil a su hijo.
DECLARÓ ANTE POLICÍA
Tras ser detenida, Pilar López fue trasladada a la comisaría de Ancón, donde declaró varias horas en presencia de sus dos abogados y de la Primera Fiscalía de Puente Piedra.
La policía investiga si el celular le fue entregado dentro del penal o si ella lo ingresó oculto en alguna parte de su cuerpo para darle a su hijo.
Luego de brindar sus declaraciones será derivada a la Fiscalía Provincial de turno del Callao, que la denunciará y pedirá su prisión preventiva tras ser acusada por ingresar al penal los aparatos ilícitos.
Se supo que pretendía entregarle el celular para poder tener comunicación directa todos los días con su hijo que se encuentra aislado.
SEIS AÑOS DE CÁRCEL
De acuerdo con la ley, se establece que una persona que ingrese indebidamente con equipos o sistemas de comunicación, fotográfico o filmación a los centros penitenciarios recibirá una pena entre cuatro y seis años de cárcel.
Como es público, desde el 23 de julio del 2012, entró en vigencia la Ley 29867 que penaliza estos hechos ilícitos.
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