
Suelen ser niños tranquilos, obedientes y silenciosos. Jamás los vemos envueltos en travesuras ni son revoltosos. Sin embargo, ¿hasta qué punto esas actitudes son saludables?
APARTADOS DEL RESTO
“Los niños y niñas retraídos suelen estar apartados del resto, prefieren jugar solos o mantenerse sentados mirando a los demás. Sus muestras de afecto pueden ser muy planas o poco expresivas. Suelen no demostrar sus emociones, lo que es difícil de entender para un padre”, explicó la psicoterapeuta Maribel Luna.
Algunos papás pueden confundir esa tendencia con déficit de atención, incluso con autismo. Pero es bueno precisar que son motivos muy diferentes.
“Estos niños suelen callar sus emociones y necesidades. Es importante observar con detenimiento las relaciones de los pequeños con retraimiento, sí se inhiben ante ciertas personas o situaciones. Hay que explorar si hay tensiones contínuas en el hogar o en el colegio que impulsen a que el niño prefiera apartarse”, agregó.
Mientras más temprano podamos detectar las causas de por qué nuestro niño es retraído, podremos ayudarlo con técnicas a que mejore su desenvolvimiento social en el futuro.
¿CÓMO DEVOLVER LA CONFIANZA?
Bríndale responsabilidades acordes con su edad y capacidades. Pedirle poco favorece la creencia de “yo no valgo, ya que mis padres no confían en mí”. Exigirle demasiado supone que, con frecuencia, se encuentre con el fracaso, lo que refuerza su tesis de persona poco válida.
Enséñale el autorrefuerzo. Los pensamientos positivos sobre uno mismo son importantísimos. Una manera de enseñarle a tener este tipo de pensamientos es reforzándote a ti misma en voz alta con comentarios como “qué bien he trabajado hoy”, “estoy contenta porque he realizado bien esta tarea”.
LA PERSONALIDAD DE LOS NIÑOS
Los padres no deben intentar cambiar su forma de ser a sus hijos y forzarlos a realizar actividades cuando no quieren, sino brindarles la seguridad afectiva y emocional que necesitan para que puedan hacerlo por sí mismos. La facilidad para interactuar con los demás la va dando la experiencia. Es decir, a medida que crezca el niño este irá cogiendo cada vez más confianza en sus capacidades sociales. En vez de criticarlo podremos incentivarlo a realizar deportes o pasatiempos que sean de su agrado y que pueda compartirlos con otros pequeños de su edad. No olviden que las primeras figuras de referencia del niño son los padres, por ello tu actitud influye mucho en su comportamiento. Recuérdale cuáles son sus cualidades positivas, aliéntalo a que sea independiente y se sienta seguro de él mismo, para que aprenda a decidir desde pequeño.Siempre respetando su individualidad.
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