Gerald Oropeza envía carta y niega ser narcotraficante

No dio la cara, pero sí envió una carta en la que negó categóricamente todas las imputaciones en su contra y dijo temer por su vida de ser investigado en la Dirincri.Gerald Oropeza afirmó estar dispuesto a colaborar con la justicia para “contradecir justificadamente todas las indicaciones” que se le hacen.Pero denunció que su vida correrá peligro si la investigación se hace en la mencionada sede policial.La razón, según señala, es porque el oficial superior al que denunció y está procesado por corrupción tiene un alto cargo en ese local.El oficial, del cual Oropeza no manifiesta su nombre ni apellidos pero dice labora como jefe de la División de Robos, “tiene tentáculos y amplia injerencia en la Dirincri”, señala.

SE PARCIALIZARÁNExplicó que tras un operativo de la fiscalía y la Policía Anticorrupción, fueron detenidos en noviembre del 2014, un teniente y otros policías que lo extorsionaban.Dijo que los subalternos sindicaron al oficial superior como responsable de la extorsión y que este les solicitó variar sus declaraciones a cambio de dinero y defensa legal.Aunque los subalternos se negaron, Oropeza señala temer que las indagaciones se realicen de forma parcial.Además, que no existen las garantías del debido proceso.

MALOS POLICíASAñade ser erróneamente vinculado como integrante de una mafia de tráfico ilícito de drogas y lavado de activos por estar el día que atentaron contra su vida con Carlos Sulca Cruz y Fidel Berríos Navarro, quienes fueron investigados por tráfico ilícito de drogas. En su misiva sugiere que malos policías tratarían de silenciar testigos del atentado que sufrió en su Porsche.Entre ellos, señala, Patrick Zapata Coletti, quien sospechosamente fue asesinado tras rendir su manifestación en la Dirincri.No obstante, cabe aclarar que Zapata no estuvo presente en el atentado. Se retiró del aeropuerto a su casa en un taxi y regresó minutos después, cuando ya había ocurrido el atentado.

SIN PRUEBASLa policía y la fiscalía no han mostrado ninguna prueba en su contra, por lo tanto, a Gerald Oropeza le asiste la presunción de inocencia.