"Excálibur", perro de enfermera con Ébola, ya fue sacrificado (FOTOS)

Excalibur ya fue sacrificado. El perro de la enfermera española infectada de ébola, pasó a manos de las autoridades sanitarias, que incinerarán el cadáver del can en medio de protestas.Horas antes, el Mundo había indicado que, tras obtener la orden judicial, "Excalibur" había sido sacrificado a pesar de las protestas generadas por su causa.Momentos más tarde, el portal de la Universidad Complutense de Madrid desmintió al otro medio OnLine, asegurando que el perrito "seguía vivo".

Apenas un par de horas después, los medios españoles confirmaron que "Excalibur" había sido sacrificado y que ya preparan su incineración.ANTECEDENTESLas autoridades afirmaron que la mascota “suponía un posible riesgo de transmisión de la enfermedad al hombre” dado que “vivía en estrecho y permanente contacto” con la paciente.Madrid tuvo que pedir una orden judicial para matar al can porque la enfermera y su marido, dueños del animal, no autorizaban su entrega, dijo el gobierno regional en un comunicado.“No podemos arriesgarnos”, dijo Felipe Vilas, presidente del Colegio Oficial de Veterinarios de Madrid.Vilas explicó que aunque no se pudo demostrar la transmisión del animal al hombre, tampoco se puede descartar que un perro en contacto con el virus no pueda excretarlo en alguna fase.HABLA EL DUEÑOEn tanto, el marido de la mujer inició una campaña en las redes sociales con el objetivo de salvar a su mascota.“Me han dicho que si no les doy mi autorización, van a pedir una orden judicial y van a entrar en casa por la fuerza para sacrificar al perro. Entonces qué hacemos, ¿que a mí me sacrifiquen también? Como no saben si lo tengo o no, que me sacrifiquen a mí también, ¿no?”, expresó Javier L.R.En su petición, el hombre proponía poner a “Excalibur” en cuarentena y observación, tal como se ha hecho con su persona.Rápidos de reflejos, los madrileños iniciaron una campaña pública de firmas en el sitio Change.org, que lleva más de 50 mil adhesiones pidiendo que no lo maten.Mientras, la enfermera Teresa Romero Ramos está siendo tratada con suero hiperinmune de un donante anónimo que padeció la enfermedad y tiene anticuerpos.