
Por: María Aybar
Un niño de tres años que jugaba a las escondidas con sus primos, murió ahogado, tras caer a un pozo sin tapa de una losa deportiva, ubicada en el frontis de la comisaría de Mariscal Cáceres, San Juan de Lurigancho.
Ocurrió a las 9:30 pm del sábado cuando César Roberto C. B. (3) inocentemente pretendió ocultarse debajo de las escaleras que conducen al segundo piso del local de la Asociación de Propietarios y Residentes de
Mariscal Cáceres, le ganó el peso de su cuerpo y cayó al pozo.
A los pocos minutos, la mamá del menor, Benilde Briones Machuca (33 ), quien miraba un partido de fulbito en el que participaba su esposo y padre de su único hijo, el albañil Juan Pedro Carrera Briones (28), se percató de su ausencia y corrió a buscarlo.
Recorrió todo el perímetro de la losa deportiva y al no encontrarlo se dirigió a pedir ayuda a la policía, sin respuesta. Preguntó al encargado del local acerca de lo que había en el hoyo, y él le respondió que solo había tierra.
Luego comprobaron que el menor cayó al hueco que tenía al menos cinco metros de profundidad y estaba repleto de agua.
Policía no los ayudó
Los familiares y vecinos del niño dijeron que los policías de la comisaría no actuaron cuando la desesperada madre de familia acudió en dos oportunidades a pedir ayuda. “Mi esposo, cuñado y vecinos lo rescataron pero ya estaba muerto”, expresó entre sollozos la desconsolada madre en su humilde hogar del AH Los Libertadores.
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