“Gringasha” llora por su madre presa en el penal de Huaraz

TRUJILLO. Su controversial vida le está pasando factura a Yasmy Marquina Casas, quien saltó a la fama tras su romance con el sicario juvenil Alexander Pérez Gutiérrez “Gringasho”.

La joven afronta ahora el peor momento de su vida al conocer que su madre María Isabel Casas de Dios pasará  seis años tras las rejas por el delito de hurto agravado.

POR MALA FAMA

Yasmy Marquina, quien hizo una conferencia para desmentir los romances que se le atribuyen con ranqueados delincuentes, afirma que dicha sentencia es consecuencia de su mal ganada fama.

Considera que el dictamen judicial emitido por el Primer Juzgado Penal Liquidador de Huaraz contra su progenitora es injusto.

Señala que se debió a la presión por su exposición mediática y el acoso de la policía que le atribuye vínculos con bandas de hampones.

SE SIENTE CULPABLE

El abogado de su familia, Elías Boza Bazán, manifestó que Yasmy “está deprimida y se siente culpable por la sentencia de su madre”.

Cree que el hostigamiento de los medios y de la policía hizo que condenaran a su progenitora a la cárcel.

“Ella está mal, muy triste por eso. Su mamá era su única compañía. Un hurto no significa un delito muy grave. La pena impuesta es demasiada alta”, indicó.

El letrado presentó ayer la apelación a la condena y solicitó comparecencia restringida para librar de la cárcel a María Casas, quien permanece desde el pasado miércoles en el penal de Víctor Pérez Liendo de Ancash, donde su hija la visitará en los próximos días.

YA ESTUVO PRESA

Fuentes policiales revelaron que no sería la primera vez que la mujer que educó a la “Gringasha” pisaría una oscura celda.

“Anteriormente estuvo recluida por un corto tiempo en un penal de Ecuador por el mismo delito de hurto, pero salió en libertad bajo fianza”, dijo un detective.

La policía investiga si María Casas está implicada en otros hechos delictivos durante su estadía en México.

Como se sabe, el Primer Juzgado Penal de Huaraz halló culpable a Casas de Dios por el robo a un salón de belleza el 2010 y la condenó a seis años de prisión.