Una cochera que funcionaba como prostíbulo clandestino, donde homosexuales ofrecían sus servicios, fue intervenida por la Policía.
Para no despertar sospechas los conductores entraban con sus vehículos al estacionamiento ubicado en el jirón Zepita, donde eran atendidos por los afeminados. El operativo fue tan sorpresivo que más de una pareja fue sorprendida cuando mantenía relaciones sexuales.
En total fueron intervenidos 22 homosexuales que no dudaron enfrentarse a los agentes del orden para evitar ser llevados a la comisaría. También fue llevada a la dependencia policial una mujer que vendía preservativos. Simultáneamente se cerró otros locales en los jirones Quilca y Washington, en el Cercado.
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