El arzobispo de Lima, Juan Luis Cipriani alzó su voz de protesta y dijo que la interceptación telefónica es un delito, por eso, no debe buscarse un aprovechamiento político del tema. "Yo siempre he afirmado que esa práctica es ilícita y delictiva. Eso es un delito y un delito no se puede tolerar, hay que catigarlo", aseveró. Pidió también imparcialidad para investigar y juzgar a las personas involucradas en el caso de los petroaudios. "No juzguemos a priori condenando a unos y liberando a otros", precisó.
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