Quemar muñecos, llantas y demás residuos en la pista de tu barrio o prender fogatas en los campamentos, así como el encendido de fuegos artificiales y artículos pirotécnicos en Año Nuevo, elevan más los índices de contaminación atmosférica.
Igualmente, indicaron que el 1 de enero se debe tener mucho cuidado con los humos negros, que crean un ambiente enrarecido y el olor a quemado que todos perciben y aspiran.