Un padre de familia que daba de comer a sus cuyes y patos que estaban en jaulas en la parte posterior de su casa, muy cerca al abismo que da al río Rímac, se precipitó al vacío y halló la muerte, en San Martín de Porres.
Fue una de las mascotas, un perrito peruano de nombre Bul, su fiel compañero, el que con sus ladridos y aullidos alertó a los vecinos de San Martín de Porres.
Incluso no dejaba de arañar el piso del predio de la cuadra 6 del Jr. Ciro Alegría, donde vivía con su amo.
Pilar García Martínez (27), hija de la víctima, al ver que el desesperado can no paraba de llorar, salió de su habitación y no encontró a su progenitor Juan Arnaldo García Ponce (59).
Ella presume que su padre en un descuido cayó a las turbulentas aguas del río, que lo habría arrastrado hacia el mar, a la altura de la Base Naval.
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También se pronunció la viuda Delia Martínez. “Mi esposo llegó de jugar fulbito y había tomado licor. Mi hija dijo que daba de comer a sus animales y desapareció. Solo quiero ubicar su cuerpo”.
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