Tragedia en Guatemala. La violenta erupción del Volcán de Fuego que este domingo costó la vida a por lo menos 38 personas y un número indeterminado de desaparecidos, trae mucho dolor e incertidumbre a el país de Guatemala.
El Volcán de Fuego, ubicado a unos 50 kilómetros al oeste de la capital, inició este domingo una nueva, y fuerte, erupción, la segunda este año, con explosiones y provocando una columna de ceniza de más de 11 kilómetros sobre el nivel del mar.
Según la última actualización de la Protección Civil guatemalteca son ya 38 las víctimas mortales y dos millones las personas afectadas por la violenta erupción.
Las víctimas quedaron atrapadas en el interior de sus viviendas al ser alcanzadas por una mezcla lava, flujos piroclásticos, lluvia de ceniza y lodo.
Según la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), hasta el momento se reportan al menos 20 heridos, unos 3.200 evacuados y 1.100 albergados principalmente en los departamentos de Escuintla (sur) y Sacatepéquez (oeste), que junto al de Chimaltenango (oeste) son los tres más afectados por la erupción del coloso el domingo. Además, 2 millones de personas afectadas.
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Según medios internacionales, el desastre no se evitó porque la evacuación no se realizó a tiempo, ya que las autoridades pensaban que la erupción del volcán de Fuego, un gigante de 3700 metros de altura, no iba a ser tan fuerte. Al principio solo había ceniza y no fue hasta la tarde del domingo cuando se alertó del flujo piroclástico.
Los sobrevivientes describieron los momentos de horror y la destrucción que vivieron cuando el volcán entró en erupción.
"No todos escaparon, creo que fueron enterrados", dijo Consuelo Hernández en un video publicado por medio internacional. "Vimos que la lava caía a través de los campos de maíz y corrimos hacia una colina".
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