'Don Mashico' va rumbo a los Récord Guinness al cumplir 124 años

Entre la tranquilidad de la flora y fauna de Huánuco, Marcelino Abad Tolentino o más conocido como “Mashico” lleva una forma de vida saludable y paz interior, reflejados en su buen estado de salud y personalidad amable, que le permitieron con resiliencia y habilidad, superar las 12 décadas de vida y que el pasado 5 de abril apagó 124 velitas.

Don Mashico es usuario de Pensión 65 del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis) desde el 2019, año en que se logró ubicarlo en un paraje de Chaglla en la provincia de Ambo, cuando el equipo de la Unidad Territorial de Pensión 65 en Huánuco lo encontró e hizo las gestiones para que Reniec le entregue por primera vez su DNI y como ciudadano, acceda a los servicios del Estado.

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¿Cuál es el secreto de 'Don Mashico' para vivir más de 100 años?

Marcelino aprendió a alimentar su cuerpo y alma con insumos de la “Madre tierra” que, combinados con su buen humor y serenidad lo han convertido en el peruano más longevo, y por ello, Pensión 65 y el Gobierno Regional de Huánuco están gestionando su postulación a los Guinness World Records.

Para festejar esta importante fecha se realizó una misa de salud en la capilla de la casa hogar “Mis abuelitos” donde actualmente vive Don Mashico, quien lució sus prendas favoritas: un sombrero y faja en la cintura; también degustó una deliciosa pachamanca y torta con la réplica de su imagen. La Policía ofreció un espectáculo de adiestramiento canino, generando una gran emoción entre todos los albergados y público asistente.

El huanuqueño que por varias décadas vivió como un ermitaño, nació en 1 900; es conocido por la solidaridad que guarda su corazón y así ha hecho buenos amigos en la Casa Hogar que comparte con 28 adultos mayores desde el año 2022. Marcelino confesó que uno de sus secretos para estar sano - no padece ninguna enfermedad – ha sido comer los frutos que le proporciona la naturaleza; también le agrada comer carne de carnero y masticar hojas de coca y cal, un hábito desde sus jornadas de trabajo.

Viviendo en la adversidad

A los 7 años quedó huérfano; su padre y madre perdieron la vida cruzando el río en una rondana y entonces fue acogido por los dueños de una hacienda en el distrito de Chaglla, a la cual se llega viajando más de 6 horas por tierra, desde Huánuco y luego con una caminata de una hora y media.

Desde pequeño cultivaba y criaba animales, observando como otros niños podían ir a la escuela y él, no tenía esa oportunidad. Cuando se convirtió en adulto y la hacienda en la que vivía fue abandonada por sus propietarios y él se convirtió en su único habitante. De vez en cuando iba a las fiestas de los pueblos vendiendo locro (plato típico de la zona) que él mismo preparaba, y trabajaba en las chacras e intercambiaba, por medio del trueque, frutas y legumbres.

Así transcurrió la vida de “Mashico”, sin hijos ni una pareja y sin ningún tipo de adelanto tecnológico. Tiempo después de ser ubicado por Pensión 65, tuvo un accidente en su corral de la hacienda al desplomarse un muro, lo que le perjudicó la cadera; tuvo que abandonar la hacienda y mudarse a la vivienda de una señora para ser cuidado.