María del Carmen Alva minimizó hostigamiento a su colega durante voto de bicameralidad: “No la maltraté, no me disculparé”

Nuevamente, María del Carmen Alva viene siendo criticada por “no poder controlar sus impulsos”. Ella fue captada presionando a Francis Paredes, durante la votación por la bicameralidad. La expresidenta del Congreso se sentó junto a ella, la jalonéo, le cerró la laptop y agarró del cuello para exigirle que esté a favor de la propuesta. Varios de sus compañeros se quejaron de esta actitud.

La representante de la región amazónica en todo momento se mostró incómoda e intentó sobrellevar la tensa situación que se estaba viviendo, pese a que otros des sus compañeros se le acercaron para persuadirla. Ella finalmente se mantuvo firme en sus decisiones y decidió realizar su voto en contra, haciendo que varios queden disgustados.

Las cámaras de la prensa lo captaron todo

A Alva Prieto muy poco le importó si los medios de comunicación la tenían bajo el lente de la cámara. Ella siguió hostigando a Paredes de manera insistente, a tal punto de renegar para luego acercarse y decirle algo al oído de manera desesperada con la intención de cambiar su voto. Guillermo Bermejo se indignó con esta situación.

Ante los reclamos del integrante de Juntos por el Perú, el presidente del Congreso, José Daniel Williams Zapata, ni se inmutó. Él no intervino para calmar las aguas y todo se salió de control. Por su parte, Alva ha asegurado que no cometió ningún tipo de maltrato y no tiene nada de por qué disculparse.

“Solo estuve conversando”

La justificación de María del Carmen Alva no hizo nada más que causar rechazo entre los políticos. “Yo solo he estado conversando. Las mujeres venimos, nos abrazamos, nos agarramos del brazo. Yo he estado en mi curul y me dicen: 'mira que barbaridad está sancando'. Yo sé muy bien cómo me comporto. Soy una persona de gestos, de abrazar... No es presión, yo no falto el respeto a nadie. No agrandemos, tenemos muy buena relación”.

“Considero que no pasó nada. Nosotras tenemos una buena relación y con mucha cercanía, lo único que estaba haciendo era convencerla. Todos hemos estado conversando, de hecho, vinieron otros congresistas para tratar de convencer, ese era nuestro trabajo porque solo faltaba un voto”, finalizó.