Cuidado con el frío y el calor: Minsa alerta que cambios repentinos elevan el riesgo de infartos y ACV

Los cambios bruscos de temperatura no solo generan incomodidad, sino que pueden convertirse en un serio riesgo para la salud. Especialistas del Ministerio de Salud (Minsa) advierten que pasar repentinamente del calor al frío —o viceversa— puede desencadenar infartos, derrames cerebrales y coágulos en las arterias, especialmente en personas con factores de riesgo.

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¿Por qué los cambios de temperatura afectan al corazón y al cerebro?

El Dr. Aldo Linares, médico internista del Hospital María Auxiliadora (HMA), explicó que el cuerpo humano no se adapta de forma inmediata a variaciones extremas de temperatura, lo que puede generar reacciones peligrosas en el sistema cardiovascular.

“El organismo regula el calor mediante la dilatación y el estrechamiento de los vasos sanguíneos, procesos que requieren tiempo para activarse de forma segura”, precisó el especialista del Minsa.

Cuando este mecanismo se altera de manera abrupta, aumenta el riesgo de infartos, accidentes cerebrovasculares y trombos, con consecuencias que pueden ser graves o incluso mortales.

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Vasoconstricción y peligro tras la actividad física

Uno de los momentos más críticos ocurre después de realizar ejercicio. Tras la actividad física, la temperatura corporal se eleva considerablemente y los vasos sanguíneos están dilatados. Sin embargo, la exposición repentina al frío provoca una vasoconstricción inmediata.

Esto significa un estrechamiento brusco de arterias y venas, lo que reduce el flujo de sangre y puede sobrecargar el corazón, aumentando el riesgo de eventos cardiovasculares.

Espasmos musculares y contracturas: otra señal de alerta

Los cambios abruptos de temperatura no solo afectan al corazón y al cerebro. El Dr. Linares advirtió que también pueden provocar espasmos musculares y contracturas, algunas de ellas de evolución compleja.

“El paso del calor al frío, o del frío al calor, debe realizarse de manera progresiva para permitir la aclimatación del organismo”, indicó el especialista, subrayando la importancia de no exponer el cuerpo a contrastes extremos.

Golpes de calor: el otro extremo del riesgo

Ante temperaturas elevadas, el cuerpo responde activando mecanismos de defensa como la sudoración y la vasodilatación, es decir, el ensanchamiento de los vasos sanguíneos. Sin embargo, cuando el calor es excesivo, pueden aparecer síntomas peligrosos.

Entre las principales señales de alerta se encuentran la fatiga intensa, deshidratación, cefalea severa y desmayos, conocidos como golpes de calor, una condición que también puede poner en riesgo la vida si no se atiende a tiempo.

Recomendaciones clave para proteger la salud

Los especialistas del Minsa recomiendan evitar exposiciones bruscas a temperaturas extremas, especialmente después de hacer ejercicio o durante olas de calor o frío. Adaptar el cuerpo de manera gradual puede marcar la diferencia entre una molestia pasajera y una emergencia médica.