"Tengo mucha penita y temor de qué me harán", mujer fue torturada por ronderos tras acusarla de hechicería

Otra de las mujeres secuestradas y torturadas por los ronderos de Chilia, en La Libertad, decidió contar su verdad y aseguró sentir mucha pena y temor por lo que le hicieron dichos criminales. Indicó que la acusaron, falsamente, de realizar hechicería y que en plena tortura con correas y palos la obligaban a decir que era una bruja.

Se trata de Octavia Campos, quien recientemente se armó de valor para contar su verdad a un medio de comunicación y, resaltó, que luego de haber sido torturada los ronderos la obligaron a firmar un documento para que no los denunciara. Señaló que incluso le negaron la posibilidad de atenderse en una posta médica.

“Me hicieron firmar un documento para que no declare porque sino me iban a encontrar, me iban a quemar viva en la plaza pública (…). Mi hija llegó y dijo llevémoslo a la posta y dijeron ‘no no no, prohibido eso de que vayan a la posta’. Me dijeron ‘no vayas a denunciar porque sino te vamos a buscar'… Tengo mucha penita y temor de vendrán a buscarme, qué me harán”, manifestó entre lágrimas Octavia Campos a Al estilo Juliana.

Por su parte, la conductora de este programa, Juliana Oxenford, expresó su rechazo a este acto delincuencial de estos ronderos y pidió al Ministerio Público detener a las personas implicadas en el hecho. Afirmó que existen suficientes pruebas de la tortura, e información de la Defensoría, para capturarlos.

“Ya te agredí, ya te maté de hambre durante tantos días, ya te colgamos de los pies, ya te obligamos a que te pasaras tu solita ruda por todo el cuerpo para librarte de tus pecados, pero ahora sí no hablas, me firmas este documento que nosotros acabamos de redactar”, parafraseó la periodista a los ronderos.

¿Qué dijo otra de las torturadas?

La señora María Ávila de Ramos, nunca imaginó ser agredida por los miembros de su comunidad, pese a que siempre mantuvo un comportamiento óptimo. Ella decidió armarse de valor y revelar a Exitosa, cómo actuaron los ronderos y qué le decían al culparla de hacer magia negra en el lugar.

“Me chicoteaban (pegaban) con el látigo y bailaban seis. Yo volteaba en el aire [...] Me sacaron de mi vivienda en horas de la madrugada y luego me llevaron contra mi voluntad hasta Carhuacocha, yo no era la única, fue una situación bastante desesperante”, manifestó.

“En Carhuacocha aseguraban que me iban a quemar. En Allaca, me castigaron cruelmente, yo creí que perdería la vida porque no tenía fuerzas. Los ronderos querían que dijera que era bruja, querían que diga algo que no era verdad. Me castigaban con sus correas, palos, bordones y luego vino los choques de electricidad”, agregó.