Pedro Castillo venció a Keiko Fujimori en 88 % de localidades con conflictos mineros

El aspirante presidencial de Perú Libre logró el primer lugar en 67 de 76 provincias donde habitan empresas mineras, petroleras y gasíferas. Fuerza Popular solo lideró en 7 de ellas.

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Perú Libre logró el primer lugar en 67 de 76 provincias donde habitan empresas mineras, petroleras y gasíferas. Fuerza Popular solo lideró en 7 de ellas.
Perú Libre logró el primer lugar en 67 de 76 provincias donde habitan empresas mineras, petroleras y gasíferas. Fuerza Popular solo lideró en 7 de ellas.Crédito: Aldair Mejía/GLR.

El candidato presidencial por Perú Libre, Pedro Castillo, logró vencer a su principal contrincante de esta segunda vuelta de las Elecciones 2021, Keiko Fujimori, en 67 de 76 provincias donde, hasta la fecha, existen conflictos socioambientales que aún no se resuelven, según reportó la Defensoría del Pueblo.

De acuerdo a la base de datos elaborado por La República, Fuerza Popular solo obtuvo el primer lugar en 7 provincias donde aún siguen pendientes los asuntos medioambientales y en 2 lo hizo el partido Somos Perú. En ese sentido, el 88 % de electores de zonas donde se vienen enfrentando a empresas mineras, petroleras y gasíferas mostraron preferencia por Castillo.

Por otro lado, según los resultados de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), el excandidato a jefe de Estado Yonhy Lescano (Acción Popular) fue el segundo más votado en 32 distritos y provincias donde también existen conflictos socioambientales.

A su vez, la aspirante de Juntos por el Perú, Verónika Mendoza, alcanzó el segundo lugar en 28 distritos y provincias. En tanto, Fujimori Higuchi obtuvo el segundo lugar solo en 8 distritos y provincias con reclamos pendientes de resolución.

¿Pedro Castillo podrá solucionar los conflictos socientales?

De acuerdo al presidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú, Víctor Gobitz Colchado, la gestión pública a nivel regional es deficiente, siendo una de las razones por la que existen estos conflictos, ya que "los fondos -del canon minero- no retornan y no se convierten en inversiones para cerrar las brechas en la población".

“Hay una correlación muy alta en los distritos que reciben cifras importantes por el canon minero, cuyos fondos no retornan y no se convierten en inversiones para cerrar las brechas en la población. La explicación es que la gestión pública a nivel regional y local es de baja calidad. Si apostamos por el potencial de desarrollo que tiene nuestro país, necesitamos superar los conflictos, las desavenencias, de una manera progresiva y transparente”, señala.

Coincidiendo con Gobitz, el exviceministro de Energía y Minas Rómulo Mucho Mamani, los gobiernos regionales "no tienen la capacidad para gestionar los recursos y convertirlos en una mejora en la calidad de vida de las personas. El próximo gobierno tiene que acompañar a estas zonas para mejorar el eficiente uso de los recursos generados por las mineras. Podría crearse un grupo especializado para capacitar y guiar el uso del dinero en las obras requeridas para que la población tenga más capacidades y más productividad, al final mayores ingresos”.

"La plata existe"

Según el gerente general del Instituto Peruano de Economía (IEP), Diego Macera, la ineficiencia, sobre todo, viene por parte de la gestión pública, la cual no permite invertir en los servicios esenciales para la sociedad.

“Efectivamente, donde ganó el candidato de Perú Libre existe un déficit grande de inversión pública y se aprecia una brecha social y económica bastante marcada, y en muchos casos eso se debe a la inadecuada gestión desde el aparato público para poder invertir en educación, transporte, salud y telecomunicaciones, a pesar de que la plata existe. Ese es el punto central”, manifestó Macera.

“Si queremos apoyar la legitimidad de la industria minera y extractiva en general, un componente fundamental es que la población vea que los beneficios y las rentas que salen de la actividad extractiva efectivamente se traducen en mejor calidad de vida par ellos”, añade el economista.

“Si los pobladores solo ven la explotación minera que en teoría paga canon y regalías, y que estos recursos no mejoran su calidad de vida, entonces existe un mayor potencial conflicto con la minería. Se requieren canales de diálogo entre las tres partes, el Estado, la empresa y las comunidades, pero también reglas de juego claras”, finalizó.

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