Cine: 'El fantasme de Alice Sears' llega a la cartelera

Una película de terror sobrenatural llega a nuestra cartelera desde este 7 de febrero, que mantendrá a los espectadores al borde de sus asientos.

Se trata de la historia de cuatro jóvenes que viajan a la nueva casa de campo de su profesor universitario para pasar un fin de semana lejos de la ciudad sin imaginar que esa casa tiene un pasado diabólico asociado a un amuleto antiguo; dónde son acosadas por el siniestro espíritu de una antigua residente de la casa.

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LOS OBJETOS MALDITOS

Cuántas veces cabizbajos lamentamos el curso de los acontecimientos y elevamos una oración al creador en busca de una respuesta, que nos explique: ¿Qué pasó? ¿Cómo llegamos a estas circunstancias que nos abaten? ¿En qué momento se dañó nuestra vida? Y, por qué si todo era claro, nuestro mundo se tornó oscuro.

Aquí nace la pregunta, ¿cómo entra el mal a tu casa?   

¿No te ha pasado que te has sentido fascinado por algún traste, objeto de arte, moneda antigua, muñeca de porcelana, cuchillo de guerra, pistola, puñal, cámara fotográfica, crucifijo, mueble viejo y en fin un ítem cuya procedencia no podemos determinar con exactitud, pero que llega a nuestras manos encontrándolo en casa, enterrado en el jardín, en una subasta, en un mercado de pulgas, regalado, legado, etc.?

Es a partir de allí que todo da un giro y nuestra buena suerte cambia para convertirse en un cúmulo de derrotas y desconsuelos. Estos objetos son parte fundamental de hechos execrables, como crímenes, suicidios, ritos oscuros, maleficios y maldiciones.

Sus dueños originales perdieron la vida con estos, se la quitaron así mismos o son piezas fundamentales de conjuros diabólicos y maleficios, que pasan de mano en mano a sus ocasionales propietarios, generando una verdadera cadena de lamentables sucesos que solo pueden satisfacer al maligno.

El especialista en fenómenos paranormales Félix Rivera Torres, cuenta dos casos de su archivo personal.

La máquina fotográfica.

Un asesino en serie registraba fotografías de sus víctimas. Este macabro ritual satisfacía su ego. Su colección de horrendos retratos de sus víctimas, junto con su cámara, eran su más preciada posesión.

Cuando luego de muchas pesquisas e investigaciones la policía pudo al fin detener al asesino este cayó abatido por los agentes del orden. Tres certeros disparos acabaron en forma inmediata con su vida. Su espíritu inmundo quedó aferrado al objeto: su cámara. 

El objeto fue pasando de mano en mano, pero el resultado siempre era el mismo. Este ítem portador de su maldad consumía la vida de las personas que fotografiaba.    

Las reliquias Nazis.     

Es de conocimiento público que los Nazis siempre estuvieron fascinados por el ocultismo. Sus experimentos en los campos de concentración, los exterminios, las matanzas de las cámaras de gas y los hornos fueron atroces. De esto quedaron armas de fuego, reliquias de templos egipcios, cruces, uniformes y condecoraciones.

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Sobre todo, la de los monstruos del tercer Reich que han dado origen a muchas historias terribles de sangre y maldad sin límites. Así como inexplicables cadenas de muertes.