Navidad 2015: cómo sufren las mascotas con los pirotécnicos

El mes de diciembre es sinónimo de celebración, unión y alegría en familia. Sin embargo, no todos los miembros del hogar se sienten a gusto con la llegada de las fiestas de fin de año. Este es el caso de nuestros amigos de cuatro patas.

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Por ello, Lucía Carranza, veterinaria del laboratorio Suiza Vet ayuda a crear conciencia resaltando los cinco efectos negativos que tiene el uso de pirotécnicos en nuestras mascotas. 

1. Estrés: En la mayoría de casos tu mascota se puede ver envuelto en una situación bastante estresante por culpa del ruido, ya que el perro tiene el sentido del oído mucho más desarrollado que nosotros. Es por ello que cualquier sonido estridente puede provocar alarma en el perro y alterar sus funciones fisiológicas, ocasionando un desequilibrio en su organismo que incluye: Dolores en diferentes regiones del cuerpo, espasmos musculares, ulceras estomacales, entre otras enfermedades. 

2. Agresividad: En presencia de un peligro o de un estímulo desconocido, como podría ser el estruendo del cohete, el organismo de nuestra mascota ponen en marcha una serie de mecanismos que involucran al sistema nervioso central, el cual desencadena ciertas respuestas conductuales negativas. Además, pueden desarrollar otras alteraciones psicológicas como la ansiedad, frustración e irritabilidad, ocasionando problemas patológicos como alergias a largo plazo. 

3. Ataques de pánico: Al igual que los humanos, existen numerosas ocasiones en las cuales los animales pueden experimentar miedo, ya que frente a una situación de pánico su ritmo cardíaco puede aumentar considerablemente, derivando en un problema de salud si la mascota sufre del corazón. Además de temblores espontáneos, jadeo, salivación excesiva, pupilas dilatadas, náuseas y en pacientes más mayores, convulsiones o ataques cardíacos.  

4. Depresión: El cambio en su estado de ánimo, el aislamiento social y la somnolencia son indicadores de que tu mascota tal vez esté sufriendo este mal. La depresión es una enfermedad muy grave que no solo afecta a los humanos, los perros y gatos también pueden desarrollarla debido a eventos traumáticos. Incluso pasada las festividades tu mascota puede quedarse con secuelas que si no son tratadas a tiempo podrían desencadenar males mayores.