La vida de una mujer luchadora

La vida de Sara Barreto, verdadero nombre de "La muñequita Sally", fue como la de muchos hijos de provincianos que llegaron a la capital. Desde muy joven se dio cuenta que lo suyo era la música y a pesar de que muchas veces el trabajar para poder vivir la llevó lejos de la música, nunca se olvidó de su pasión.

A los seis años ya cantaba temas de Pastorcita Huaracina en la Plaza de Armas de su natal Puente Piedra. Años más tarde Alejandro Zárate, fundador y director de la ahora legendaria agrupación Pintura Roja, le da la oportunidad y empieza su despunte. La bautizan como Sally. Tenía 13 años.

Desde mediados del 85 y hasta finales del 88 la muñequita, junto a la princesita Mili, cantó temas de chicha y cumbia que llenaron el cine Tauro y la Plaza Grau. Su salida del grupo sería el punto de partida de otro grande, Jhonny Orosco. Después de cantar chicha por años, decide volver al folclore para desarrollarse en ese género musical. Sin embargo, se aleja por un tiempo y se dedica a otros negocios.

Luego retomar su carrera musical, y junto a su esposo invierte en el colegio Dios es amor, en el distrito de Ancón. La alta demanda de la música vernacular la animaron a volver a la palestra con fuerza.

Un año de mal augurio

A principio de este año, sufre un extraño robo. Le quitan 20 mil soles destinados a un show, a pesar de eso se levanta y sigue cantanto. La trágica mañana del domingo 27, en lo que parecía un viaje de rutina rumbo a las casas de sus músicos para dejarlos, la muerte le dio el encuentro a la folclórica. Su partida no solo enluta a sus familiares, sino también a su público que mira al cielo y se pregunta sin encontrar respuesta: ¿pór que?