Balán Gonzales jugó con ambas camisetas: "En un clásico casi me vuelan la cabeza"

No olvida que la Trinchera siempre cantaba su nombre. Dice que los previos del partido eran más divertidos en Alianza.

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Balán Gonzales recordó su paso por el clásico del fútbol peruano
Balán Gonzales recordó su paso por el clásico del fútbol peruanoFuente: EP - Crédito: Difusión

A sus 53 años, Balán Gonzales hace un repaso de su carrera como jugador de los Compadres en el día de una nueva versión del clásico de nuestro fútbol. 

Sí, el ex número 9 tuvo el privilegio de jugar por Universitario y Alianza Lima, y estar presente en esa especial confrontación en forma repetida. Eso sí, afirma que los más intensos fueron cuando vestía la crema por la concentración en el Lolo Fernández, pero destaca la forma más distendida con que se esperaba el choque en Matute.

Por cierto, no olvida que una vez, estando en la “U”, acabó el choque ensangrentado. Él cuenta todo lo que vivió.

¿Cómo vivías los previos y los clásicos en sí?

En la “U” se afrontaba con mucha seriedad en la concentración, mientras que en Alianza íbamos al cine, se escuchaba música y era más relajado.

GARRA CREMA

¿Qué recuerdos tienes de la tienda crema? Estuviste entre el 1988 y 1994, seis años...

Imagínate lo que significa este tipo de partidos, que todo el mundo quiere jugar. He ganado más clásicos con la “U” que los que perdí. Me tocó jugar con gente mayor, como Leo Rojas y Pedro Requena, que nos tranquilizaban, no solo por lo que nos hablaban, eran nuestros líderes...

¿Y cómo era el día previo al clásico?

En esos tiempos (1988-1995) concentrábamos en el Lolo Fernández, allí se vendía las entradas y los hinchas de paso nos alentaban y nos pedían que teníamos que ganar.

¿Y en la concentración?

Más que nervioso me encontraba ansioso, que ya quería que se juegue el partido. Dormíamos poco. Concentraba con Puchungo Yáñez, yo salía y entraba a cada rato, y él me decía que me tranquilice... “Ya, tranquilízate”, me decía a cada rato...

Era difícil tranquilizarse, me imagino...

Sí. Jorge Amado Nunes se daba cuenta y se acercaba a mi cuarto y me decía, “Fiera, ¿cómo estás? Tú mismo eres en el clásico”. Marcelo Asteggiano, “duerme, negrito”, me decía.

¿Y te gustaba comer algo especial?

El doctor Alva le decía al cocinero que nos doble la ración de huevos, para que no nos faltara en el clásico, ja, ja, ja...

Balán, balán... 

Hiciste varios goles con la camiseta de la “U”, pero debes recordar uno más que los otros...

Sí, uno cuando Puchungo me da un pase en profundidad y quedé mano a mano con Wilmar Valencia, pero por la potencia que yo tenía le saco ventaja, me queda a la izquierda y remato fuerte. Estaba con tal velocidad, que seguí corriendo hasta la tribuna norte, me trepé y grité el gol con la Trinchera.

La Trinchera cantaba, Balán, Balán...

Era una emoción tremenda escuchar los cánticos, me hacían sentir con el doble de confianza.

Tus técnicos también te apoyaron mucho...

Juan Carlos Oblitas es la primera persona que me cobijó, él me pidió para la “U” cuando yo jugaba en el Boys. También el Gato Cuéllar, Iván Brzic, Sergio Markarián y Keosseián, con todos me llevé bien.

¿Algún otro recuerdo de tus clásicos como jugador de la “U”?

En una jugada se me escapa la pelota y me caigo al suelo, entonces el Gato Basombrío la reventó con todo y casi me vuela la cabeza. Yo le reclamé fuerte y me respondió que no me había hecho nada, pero yo estaba ensangrentado... Ni amarilla le sacaron.

DE AZUL Y BLANCO

Su llegada a Matute fue en 1996 y estuvo hasta 1997. Nadie lo hubiese imaginado, pero fue verdad.

Te toca estar luego en Alianza, ¿cuál fue tu primera sensación?

Tuve la ocasión de jugar oficialmente un clásico, así que no hubo ese idilio con la hinchada que tuve con la “U”. Yo me mataba por entrar en el equipo, me daba íntegro, y eso querían que se entendiera, pero no lo logré.

La hinchada te resistía, ¿no?

Fue duro, al comienzo me hostigaban, no estaban de acuerdo con que esté en el equipo, me decían que era “gallina”. Pero con chamba les demostré que podía ser parte del grupo.

Pero tus celebraciones de gol no eran tan efusivas como en la “U”.

No eran muy naturales, nos abrazábamos con los muchachos, pero... En la “U” sentía cosas diferentes.

¿Cómo quedó ese clásico?

Quedamos 0-0. Para mí fue un orgullo vestir la camiseta blanquimorada, era octubre.

¿Qué te decía tu familia cuando jugabas por Alianza?

Siempre tuve su apoyo, eran hinchas del club donde me encontraba.

(Hoy) se juega una nueva versión del clásico, ¿cómo ves ese cotejo?

Como parte de historia de los clásicos, las estadísticas no pintan (Alianza puntero y la ‘U’ sexto), ya que en ese partido se olvida todo. El jugador tiene que motivarse por la trascendencia del partido, sacar fuerzas y saber que no puedes perder nada.

SOBRE EL AUTOR:

Periodista de Universidad Inca Garcilaso de la Vega. Vivo con el deporte y me gusta la música.

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