El ayuno, un método de purificación

El doctor Pérez Albela nos explica los múltiples beneficios que trae el ayuno.

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Ayunar es una costumbre saludable y sería deseable que cada uno ayunara una vez por semana, si las condiciones se lo permiten.
Ayunar es una costumbre saludable y sería deseable que cada uno ayunara una vez por semana, si las condiciones se lo permiten.Fuente: Shutterstock

Cuando comemos, nuestro organismo absorbe los elementos que le son útiles e intenta desechar aquellos que le son extraños. Pero el organismo no está siempre en condiciones de hacer esa selección, o porque lo hemos sobrecargado, o porque la nutrición absorbida contiene demasiadas impurezas.

Entonces los residuos se acumulan en varios órganos, especialmente en los intestinos que son los más afectados. Pero, aunque sea puro, el alimento deja residuos en nosotros; por eso es bueno ayunar de vez en cuando para permitir al organismo hacer el trabajo de limpieza necesario.

Por otra parte, el ayuno es un método preconizado por la naturaleza. Observen a los animales: cuando están enfermos instintivamente ayunan; se esconden en algún sitio, encuentran una hierba que les purgue y se curan.

Cuando ven el polvo encima de los muebles de la casa, saben que es necesario sacarlo, pero cuando se trata de comprender que nuestro organismo también necesita limpieza, al menos una vez por semana y que a los millones de obreros que son nuestras células, hay que darles vacaciones, nos mostramos indiferentes.

Ciertas enfermedades se manifiestan con la aparición de fiebre, o a través de los ojos que lagrimean, por la nariz que gotea o a la piel que le salen erupciones: se trata de una purificación. Ya que no queremos hacerlo nosotros mismos, nuestros órganos están obligados a hacer el trabajo en nuestro lugar.

Ayunar es una costumbre saludable y sería deseable que cada uno ayunara una vez por semana, si las condiciones se lo permiten.

En ese día de ayuno puede consagrarse al trabajo espiritual, uniéndose a entidades luminosas, escogiendo música y lecturas que puedan inspirarle, purificando sus pensamientos y sentimientos.

Al principio, ayunar puede parecer muy penoso porque el cuerpo no está acostumbrado, pero luego verá su piel más tersa, sus ojos más vivos y su espíritu más tranquilo.

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