Perrito callejero con un tumor en el ojo conoció el amor en sus últimos días: "Actuar desinteresadamente" [FOTOS]

Todos merecemos una vida digna. Un perrito que vivió durante mucho tiempo bajo el frío y la indiferencia en las calles fue rescatado por un grupo de voluntarios, sin embargo, su caso es especial pues Gus tenía un tumor cancerígeno muy cerca de uno sus ojos que le ocasionó estragos en su salud. Su historia es viral en redes sociales.

Es así que los veterinarios que lo salvaron se avocaron a llenarlo de mimos y atención para que sea sometido a una sesión de radioterapia por el tumor que tenía. Además, padecía una enfermedad grave llamada gusano del corazón, pero pese a todo lo que había vivido era un noble animal.

Los salvadores de Gus no tardaron en enamorarse de él así como todos los que conocieron su caso ya que los voluntarios de S.N.A.R.R Animal Rescue Northeast, ubicada en Nueva York, Estados Unidos, difundieron en las redes sociales que necesitaban ayuda económica para los gastos del can. Muchos ayudaron a la causa.

“¡SE NECESITAN FONDOS! No sé cómo alguien puede ver a un perro en esta condición y no hacer nada. Gus necesitará ver a nuestros especialistas para una cirugía y requerirá una atención médica extensa. POR FAVOR, AYÚDENOS A AYUDAR A GUS”, pidió la asociación a los internautas a través de sus redes sociales.

Tras ello, la operación de Gus fue un éxito, la vida le estaba dando una oportunidad de conocer la felicidad. Se sometió a quimioterapias y poco a poco enfrentando el problema de su corazón. Todo con amor hasta que un día una familia decidió adoptar y darle calidad de vida. Se convirtió en el engreído de la casa, le gustaba la televisión y seguía bajo los cuidados de sus veterinarios rescatistas.

Hay un dicho que menciona que lo mejor de la vida es breve y esto sucedió al perrito Gus. Después de unos meses de haber sido adoptado, falleció a sus 12 años, dejando una huella imborrable en las personas que tuvieron la dicha de conocer su inspiradora historia de lucha.

“Extrañaré meterte a dormir todas las noches con tu manta azul. Ojalá tuviéramos más tiempo juntos, tu salud se deterioró tan rápidamente. Pero si aprendí algo de ti, fue cómo actuar desinteresadamente, así que pude escucharte cuando me dijiste que era tu momento de irte. Espero que estés durmiendo una siesta al sol ahora, querido Gus”, escribió la enfermera del peludito.