India teme brote del virus Nipah, más letal que el coronavirus

El estado de Kerala, en el sur de la India, está intensificando rápidamente sus esfuerzos para detener el posible brote del mortal virus Nipah, incluso cuando el estado continúa luchando contra el mayor número de casos de coronavirus en el país.

Kerala está en alerta máxima después de que un niño de 12 años muriera a causa del virus el domingo 5 de setiembre, lo que incitó a los funcionarios de salud a comenzar a rastrear contactos y aislar a cientos de personas que entraron en contacto con el menor.

No obstante, el ministro de Salud de Kerala, manifestó que las muestras de ocho contactos primarios dieron negativo, y siguen siendo monitoreados, al igual que 48 contactos.

"Que estos ocho contactos inmediatos dieron negativo es un gran alivio", dijo Veena George a la prensa, el martes 7 de setiembre.

Tras este lamentable suceso, el gobierno de India envió un equipo de expertos a Kozhikode para ayudar a los funcionarios locales a rastrear contactos, y ya se dispuso la alerta y las recomendaciones a los ciudadanos.

Nipah se identificó por primera vez durante un brote de finales de la década de 1990 en Malasia. El virus puede transmitirse a través de murciélagos, cerdos y a través del contacto de persona a persona.

No existe una vacuna para el virus, que puede causar fiebres, convulsiones y vómitos. En estos casos solo se debe monitorear la salud del paciente.

El virus tiene una tasa de mortalidad estimada de entre el 40% y el 75%, según la OMS, lo que lo hace mucho más mortal que el coronavirus. En 2018, más de una docena de personas murieron a causa del coronavirus en Kerala.

Esta vez, la preocupación se ve agravada debido a que el estado cuenta con el mayor número de casos diarios de COVID-19 en toda la India. Este lunes, Kerala registró casi 20 mil casos de COVID-19, de un total diario de 31.222 en la India.

Si bien los casos de COVID-19 en todo el país han disminuido después de la crisis sanitaria a inicios de este año, la situación en Kerala sigue siendo preocupante, y los expertos advierten que el estado no puede bajar la guardia.