Padre de 39 años murió por COVID-19 tras rechazar la vacuna: "Tenía cuatro pequeños"
Lamentable. El hombre antes de morir desde el hospital envió un mensaje a su esposa lamentándose no haberse puesto la vacuna contra la enfermedad.
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Trágico. Un hombre de a penas 39 años de edad perdió la vida a causa del coronavirus luego de que hace unas semanas rechazara la vacuna contra la enfermedad. Se infectó y su salud se complicó pues presentó neumonía en los dos pulmones por lo que no podía respirar.
“Le estaba dando escalofríos, no podía comer, no podía ponerse cómodo, no podía dormir. Todos los síntomas de la intoxicación solar”, contó su esposa Jessica du Preez. El hombre identificado como Michael Freedy no obtuvó mejorías y el panorama se volvía cada vez más complicado para los médicos. Es así que, falleció dejando a cuatro hijos menores de edad, 17 años, 6, 7 y otro de 10.
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Michael usó oxígeno, luego una máquina para forzar sus pulmones a abrirse, dijo Jessica. Ella contó lo dramático que fue la última llamada telefónica. "Le dije que por favor peleara para que él pudiera volver a casa con nosotros", dijo el domingo. "Dijo que lo estaba, que lo prometió, que lo estaba intentando, que era simplemente difícil".
Debería haberme puesto la maldita vacuna
Según su mujer, este rechazó la vacuna contra la COVID-19 y antes de morir lamentó profundamente su decisión aunque ya era tarde decidió enviar un mensaje de texto desde el hospital: "Debía haberme puesto la maldita vacuna". Desde aquel día, la madre de familia viene dando entrevistas para difundir el mismo mensaje: "Vacúnate". Asimismo, ella y su hijo mayor se vacunaron después de que Michael se enfermara.
La variante Delta altamente transmisible del coronavirus ha traído una nueva urgencia a los esfuerzos de vacunación de la nación, con algunos hospitales llenándose nuevamente y funcionarios de salud federales advirtiendo que "la guerra ha cambiado".
Cabe mencionar que, un poco menos de la mitad de Estados Unidos está completamente vacunado y el 45 % de la población está inoculada en el estado natal de Freedy y DuPreez, en Nevada. La gran mayoría de las personas con COVID-19 que mueren o son hospitalizadas no están vacunadas.
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