Exdirector de los CDC de Estados Unidos asegura, sin pruebas, que el COVID-19 se originó en un laboratorio chino

Pese a la falta de pruebas, el exdirector de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, Robert Redfield, cree que el coronavirus COVID-19 comenzó a transmitirse en otoño de 2019, y que puede haberse originado en un laboratorio de China.

Sin embargo, según un borrador obtenido por Associated Press y publicado en ABC News, la OMS sostiene que la transmisión del virus de murciélagos a humanos a través de otro animal es el escenario más probable y que una fuga de laboratorio es "extremadamente improbable", según el informe.

En declaraciones a CNN, el virólogo Redfield, quien sirvió en la administración Donald Trump, dijo que no tenía sentido que la transmisión de persona a persona se propagara tan rápidamente para convertirse en uno de los “virus más infecciosos de la humanidad”.

“No creo que esto haya pasado de un murciélago a un humano”, dijo Redfield. Por lo general, lleva un tiempo volverse más eficiente en la transmisión de persona a persona.

La etiología más probable es el virus que se escapó de un laboratorio, afirmó. No es inusual que los patógenos respiratorios infecten a los trabajadores de laboratorio.

El Instituto de Virología de Wuhan se encuentra en la ciudad donde se informó por primera vez sobre el coronavirus en un mercado de animales a fines de diciembre de 2019. Pero es probable que el virus haya existido desde septiembre u octubre de 2019, indicó el virólogo.

El experto en enfermedades infecciosas, el epidemiólogo Anthony Fauci, quien es el asesor médico en jefe del presidente Joe Biden, también está de acuerdo con que el virus probablemente estaba por debajo del radar de China y se estaba propagando antes de que se informara.

A un año después de la pandemia, no hay certeza de dónde se originó el COVID-19

El número de víctimas en el mundo a causa del coronavirus COVID-19 ha sido de 2,8 millones de muertes. China ha enfrentado acusaciones de encubrimiento y de que ha suprimido activamente información que podría ayudar a los investigadores a descubrir el origen del virus.

Hace algunos días la OMS difundió un informe sobre el origen de la COVID-19 después de casi un mes de investigación en Wuhan.

Sin embargo, países como Estados Unidos, Canadá y otros 12 países pidieron a la OMS que haya una mayor transparencia sobre la aparición del SARS-CoV-2 en humanos para ayudar a prevenir futuros brotes.