Mónica Cabrejos: La maternidad empodera a las mujeres

Mónica Cabrejos escribe sobre el poder de las mujeres y sus rol en la maternidad como un agente cambiante del pensamiento social imperante.

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Ser madre y su importancia en la sociedad
Ser madre y su importancia en la sociedad

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Siempre he creído que la verdadera razón por la cual los hombres miran a las mujeres con tanta desconfianza social es por el don de la maternidad, poder mantener con vida dentro de nuestro cuerpo a un nuevo ser durante nueve meses, les ocasiona un sentimiento de inferioridad, aunque sin ellos estaríamos incompletas para llevar a cabo nuestra maternidad. 

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Pese a que la maternidad es un milagro de la naturaleza, la sociedad cada día de-sanima a más mujeres a convertirse en madres, porque consideran –a la misma– una traba para el desarrollo social y personal de las mujeres.

A cada momento te hacen saber que convertirte en madre te desarraiga del mercado laboral, te agota, consume y limita; impide realizar tu vida profesional, tus sueños personales, además transforma tu relación de pareja en un desastre y te pospone como mujer en todo sentido. La sociedad moderna ha deshumanizado la maternidad para convertirla en una desventaja de género en la vida de las mujeres.

Cuando una mujer decide ser madre su vida se detiene, pero no porque debe suspenderse sino porque sus prioridades cambian y debe replantearse el hecho de afrontar la inmensa responsabilidad de cuidar de otro ser humano totalmente indefenso. 

La maternidad nos empodera porque nos otorga las armas para pelear una nueva revolución, porque con cada vida nueva que viene al mundo a través de nosotras, nos otorga el poder de formar con una diferente visión a los adultos del futuro. 

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Desde la crianza de nuestros hijos podemos hacer una revolución social para establecer nuevos paradigmas sociales basados en la igualdad y el respeto, para erradicar creencias existentes como la inferioridad de género.

Nuestra maternidad debe ser una revolución pacífica y silenciosa que debemos librar las mujeres desde nuestros hogares. Con armas como el respeto, el amor y los valores. Los cuales nos permitirán cambiar los modelos actuales y construir –para la nueva generación– espacios más equitativos y lograr cambios en el pensamiento social.  

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